Camina de la mano de tu alumno. Indúcelo por la senda del saber, apórtale elementos y enséñale a aprender. En tu misión inspirate en la naturaleza, quien lleva su proceso sin aceleración. Contigo el estudiante se iniciará en la ciencia y ten presente que lo marcas con tus actos y con tu trato. Él te contagiará de su alegría, volverás a vivir los ratos de tu infancia, soñarás y vibrarás como un adolescente. Él no te permitirá sentir amargura, aunque tu piel se aje y te salgan canas jamás de los jamases podrás envejecer |
lunes, 24 de enero de 2011
REFLEXION
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar